
1. Desmonta la barbacoa: Antes de proceder con la limpieza, desmonta la barbacoa retirando las rejillas, las bandejas de goteo y cualquier otra pieza desmontable. Asegúrate de elegir un lugar del jardín que no te importe ensuciar.
2. Prepara tu hidrolimpiadora: Llena la hidrolimpiadora con agua y añade una pequeña cantidad de solución limpiadora si lo deseas. Enchúfala a la toma de corriente más cercana a tu barbacoa.
3. Empieza a limpiar: Empieza a limpiar las partes desmontables de la barbacoa, como las rejillas y las bandejas de goteo. Puedes utilizar un detergente ligero si es necesario y luego enjuagar con agua. Si la rejilla está muy sucia, prueba con el accesorio de chorro, que ayuda a eliminar incluso la suciedad más difícil. Mira cómo utilizarlo en este vídeo:
4. Limpia el exterior de tu barbacoa: Empieza por arriba y ve bajando. Mantén el limpiador de chorro a unos 15 cm de la superficie y rocía con un movimiento de barrido. Evita dirigir la boquilla directamente hacia los mandos de control, las conexiones eléctricas u otras zonas sensibles de tu barbacoa.
5. Aclara y seca la barbacoa: Después de limpiar el exterior y las partes desmontables, acláralo todo bien con agua para eliminar cualquier resto de jabón o solución limpiadora. Deja secar al sol.
Después de limpiar la barbacoa, aclara la superficie con la hidrolimpiadora para no dejar restos de grasa. No olvides enjuagar la manguera de la limpiadora de alta presión y dejarla secar antes de guardarla.
Si limpias la barbacoa con regularidad, la mantendrás en perfectas condiciones para la próxima reunión. Este método de limpieza rápido y sencillo eliminará la grasa y la suciedad, garantizando que la barbacoa esté lista para su uso.